sábado, 2 de febrero de 2013

Les tengo dicho a mis alumnos...

Muchas cosas digo en clase, y fuera de ella, en general hablo mucho. Pero algunas de las cosas que digo son tan reales como los dibujos animados.
Tocar el piano tiene que ser divertido, de hecho lo es, y en público, todavía más. Se llena el estómago de aspirinas efervescentes y uno se queda como hecho un browny, medio helado, medio bizcocho caliente.
Hay que tocar divertido. Repito: divertido, expresivo, bonito, bello, hermoso...es decir algo original en este mundo que parece que le está saliendo moho.
Por último, pase lo que pase, nunca parar, siempre seguir tocando, y proponerse que siempre sea la mejor interpretación jamás conseguida.
Para muestra un botón.