lunes, 27 de mayo de 2013

Malmö, Suecia

Nuestra escuela es una familia grande. Por eso a los niños les traen los abuelos o las tías, los papás y las mamás y los hermanos mayores. A veces, padre e hijo tienen a la misma profesora, a distintas horas, o padre e hija estudian instrumentos diferentes, o los hermanos van pasando por las mismas asignaturas. Así que, por el pequeño pasillo de Fama hay gente de todas las edades y eso da seguridad a los que se deciden a empezar un instrumento con nosotros. 
Ese es el caso de Paloma López Matarí que en realidad ha venido a la Escuela a enseñarnos cómo se debe ir por la vida: con una sonrisa y buen humor. Además, ella viene con su violín y toda su inagotable energía: para aprender, para salir al escenario después de apenas unos meses, enseñándonos a todos que lo importante es colaborar y hacerlo con entusiasmo. ¡Incluso nos ha traído a su hermano mayor, Juan, otra persona entrañable y encantadora!
Resulta que Paloma también es fan de Eurovisión y este año nos ha contagiado su pasión por el concurso que incluye viajar a donde se celebre. Porque es algo que hace con su hija, con su acostumbrada ilusión y donde descubre ese espíritu de confraternización que el certamen trata de transmitir. Le pedimos que se acordara de nosotros en medio de ese vertiginoso viaje y por supuesto, encontró el modo de mandarnos esta postal llena de su música. 
Nos gustaría devolverle algo de lo que nos da.